3 de abril del 2017 – Un nuevo reporte encara el tráfico humano en los Estados Unidos que proporciona trabajadores en todas las esferas de la economía americana, que se ha descrito como ‘esclavitud moderna’.
Lo que comienza como una oportunidad de inmigración estadounidense y una nueva vida para personas de México, China, Guatemala y Vietnam termina en montañas de deudas y viviendo en condiciones difíciles. Su estatus migratorio los incapacita para alertar a las autoridades cuando su salario no se materializa.
La organización de la lucha contra el tráfico de personas, Polaris, ha elaborado el informe con personas que tienen bares y restaurantes que se encuentran cruzando la frontera de Estados Unidos. Salones de manicura, los servicios de mucama y los trabajadores de hotel también son proporcionados por los traficantes, afirma el reporte, mientras varios casos implican a trabajadores agrícolas.
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La red de tráfico es tan compleja que hay varios modelos diferentes de como traer los trabajadores, dejando a las autoridades rebuscar y erradicar los métodos uno por uno.
No existe ‘una sola, bala de plata’ según Bradley Myles, el jefe de Polaris. Espera que el informe pueda dirigir la atención del mundo a esta situación.
En la elaboración del reporte, Polaris examinó más de 42 000 informes de tráfico humano y explotación que recibió a través de líneas telefónicas directas entre 2007 y 2016. La organización espera que el reporte ayude a detener a los traficantes para identificar cómo funcionan sus operaciones
Los fiscales estadounidenses admiten que históricamente han tenido dificultades para abordar el tráfico laboral, y este reporte tiene como objetivo proporcionar ayuda en el área.
Casos específicos que involucran a mexicanos y centroamericanos traídos por promesas de una determinada tasa por hora para entrar y hacer trabajos agrícolas, pero cuando llegan la remuneración es significativamente menor, no se les dio el equipo de seguridad apropiado para hacer su trabajo y se les hizo vivir en la miseria.
Un aspecto relativo a los casos involucrados en la industria de la restauración era que una quinta parte de los traficados eran menores de edad. Algunos de los trabajadores también son forzados a proporcionar sexo, según el reporte.
Cuando intentan dejar sus empleos, se les amenaza con la deportación. A algunos les han dicho que al regresar a casa sus familias serán lastimadas o asesinadas. Sólo un tercio de los casos implica a inmigrantes ilegales, otros tenían visas válidas.
El equipo de Polaris dice que debido a que el reporte se basa solo en llamadas de línea directa, es probable que el problema de la esclavitud moderna sea mucho mayor
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