Debido a la creciente demanda de profesionales altamente capacitados y una escasez en aumento de personas con habilidades especializadas, los fabricantes canadienses se están uniendo para contratar jóvenes trabajadores con o sin experiencia previa e invirtiendo en su entrenamiento.
El Ontario Manufacturing Learning Consortium (Consorcio de Aprendizaje en Manufactura de Ontario) inició este esquema, que está conformado por cuatro asociaciones de la industria en los sectores de herramientas y maquinado, manufactura y nuclear. El consorcio está trabajando con un instituto de aprendizaje con financiación adicional proporcionada por el gobierno provincial bajo su Programa de Conexiones de Talento Joven. La iniciativa busca reclutar jóvenes desempleados o en desventaja en sus veintes.
Los jóvenes contratados reciben un sueldo desde su primero día de trabajo y pasan por seis meses de entrenamiento en clases y en la práctica, con la oportunidad de obtener un trabajo a tiempo completo con el mismo empleador al finalizar exitosamente su entrenamiento.
En Toronto, el primer grupo de 16 adultos jóvenes ya está recibiendo entrenamiento como maquinistas, y los fabricantes planean anunciar su intención de ampliar el esquema para entrenar a un total de 80 trabajadores jóvenes para el final del próximo año. El consorcio también planea comenzar iniciativas similares en otras partes de Ontario y otras ocupaciones.
Todo esto es una buena noticia para las personas jóvenes, que durante los últimos años han estado teniendo problemas para encontrar sus primeros trabajos en el competitivo mercado laboral canadiense. La tasa de empleo juvenil del país no ha mejorado mucho en los últimos años, con sólo la mitad de la juventud empleada con remuneración. El porcentaje de jóvenes que están empleados en trabajos a tiempo parcial pero quieren trabajo a tiempo completo ha ido aumentando desde la recesión, y el porcentaje de jóvenes trabajando a tiempo completo cayó a un nivel récord justo el mes pasado.
Se cree que las reglas más estrictas con respecto al programa de trabajadores extranjeros en Canadá, junto con el aumento de negocios, son las razones por las que las empresas están animadas a contratar la juventud local y entrenarla internamente. Cyclone Manufacturing Inc., una empresa de manufactura de partes de aeronaves, tenía 20 trabajadores extranjeros temporales hasta hace algunos años. Pero las cosas han cambiado. «Es casi imposible obtener (la aprobación del gobierno) para un maquinista… por ende necesitamos entrenar a la gente internamente», dice Robert Sochaj, vice-presidente ejecutivo de Cyclone.
A pesar que la OCDE ha solicitado a los empleadores canadienses que aumenten sus esfuerzos en el entrenamiento de habilidades, muchos empleadores no quieren realizar este tipo de inversión a largo plazo. Según los estimados de la Conference Board of Canada, los empleadores han reducido su inversión en entrenamiento en el trabajo aproximadamente un 40% en las últimas dos décadas.
El consorcio de fabricantes ha decidido invertir entre $15,000 y $20,000 por cada nueva contratación para entrenarlos en sus nuevos trabajos, y estas son buenas noticias para los jóvenes en búsqueda de empleo en Canadá Los empleadores dicen que tienen un requerimiento inmediato de 270 «maquinistas de control numérico por computadora (CNC)», un número que aumentará a más de 700 durante los próximos dos años.
Los practicantes recibirán entre $12 y $15 por hora, y su pago aumentará a medida que mejoren sus habilidades con el tiempo. Los maquinistas de CNC pueden llegar a ganar más de $25 a $35 por hora.
«Es una gran oportunidad para que nos paguen por aprender», dice Gregory Wood, de 25 años, uno de los nuevos contratados bajo el programa. Wood planea seguir con su carrera en Cyclone, donde recibió su entrenamiento.
Bajo esta iniciativa, los candidatos pasan primero por un examen de aptitud y de actitud para establecer su motivación y capacidad para pensamiento matemático y espacial. Hasta el momento se ha aceptado aproximadamente el 40% de los candidatos y sólo dos deserciones; se considera que la tasa de participación de 90% es muy buena.
A pesar que estas iniciativas todavía no son comunes en Canadá, ya se practican desde hace bastante tiempo en otros países, como Alemania, donde los empleadores tienen lazos muchos más fuertes y cercanos con las instituciones educativos. Kevin Lynch, vice-presidente del Banco de Montreal, cree que Canadá debería seguir este modelo de manera más agresiva. «Tener una fuerza laboral altamente capacitada será uno de los diferenciadores competitivos de los países en el futuro. Nuestro mayor recurso para el futuro son los adolescentes que se están graduando hoy día. La manera en que los educamos, entrenamos y les proporcionamos sus primeras experiencias de trabajo es una ganancia para todos, no sólo de ellos, y es, francamente, una ganancia para la sociedad, una ganancia para la economía», dice.
El curso ofrecido por el Consorcio de Aprendizaje de Manufactura de Ontario dura más de 26 semanas, de las cuales los practicantes pasan tres semanas en un salón de clases, donde aprenden a leer planos y usar varias herramientas. El resto de las 23 semanas se pasan en el trabajo, donde reciben entrenamiento directo mientras trabajan con las mismas máquinas que tendrán que operar cuando completen su entrenamiento. Al final del curso, los empleadores entrevistan formalmente a los practicantes y ofrecen trabajos permanentes a aquellos que consideran más adecuados.
Normalmente estos esquemas de entrenamiento no son posibles en escuelas, ya que el equipo de manufactura especializado puede ser muy caro, ya que cada máquina cuesta millones de dólares. «No deberíamos esperar que las escuelas compren equipo caro como este en el que los estudiantes pueden aprender. ¿Por qué no podemos encontrar una manera para que aprendan en el lugar de trabajo, en el equipo que de verdad van a utilizar? Desde un punto de vista general social, tiene sentido evitar poner el gasto de equipos costosos a las instituciones educativas», dice Rod Jones, director del Consorcio de Aprendizaje de Manufactura de Ontario.
Fuente: Globe y Mail