20 de febrero de 2017 – Los solicitantes de asilo continúan llegando lentamente a través de secciones sin vigilancia de la frontera entre Canadá y los Estados Unidos.
Los refugiados temen lo que les podría suceder bajo la administración de Donald Trump.
La comunidad de Manitoba Emerson se ha convertido en un punto focal para los somalíes en busca de un nuevo comienzo alejados de la represión de la inmigración de Trump , que se intensifica con la firma de una nueva orden ejecutiva.
La frontera de Quebec también está percibiendo un aumento de los recién llegados que atraviesan la frontera, a menudo en tiempo helado, prefiriendo hacer frente a la detención en Canadá que esperar a lo que pueda suceder en los Estados Unidos.
Manuales de inmigración
How Canada Assesses Asylum Seekers on Humanitarian Grounds
Los números pueden parecer pequeños – 22 llegadas reportadas en Emerson durante la noche del sábado 18 de febrero al domingo 19 de febrero, pero el goteo está en curso y si tenemos en cuenta que la población de Emerson es menos de 700, se concluye que la presión está creciendo.
El mensaje de Trump, que en esencia significa que los inmigrantes no son bienvenidos, ha dejado a miles temiendo por su futuro, independientemente de si ellos provienen de uno de los siete países cubiertos específicamente por la orden ejecutiva original.
No es tanto la orden como tal – que actualmente está suspendida a raíz de acciones legales – sino la actitud hostil que se fomenta hacia los inmigrantes en América.
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FAQ: Donald Trump’s U.S. Immigration Ban Executive Order
Los inmigrantes ya no se sienten bienvenidos en los Estados Unidos y están buscando una vía de escape con Canadá como la mejor opción como destino.
La cuestión se reduce al Acuerdo del Tercer País Seguro, firmado por Canadá y los Estados Unidos.
Esto significa que los solicitantes de asilo que reclaman la condición de refugiado en un país no pueden simplemente pasar al siguiente si son rechazados en el primero.
Esto implica que serían rechazados inmediatamente si se presentaran en un puesto fronterizo oficial entre Estados Unidos y Canadá.
Sin embargo, si ellos pasan a través de la frontera, ellos serán evaluados por las condiciones médicas y entonces la mayoría hace una solicitud para la condición de refugiado, tras lo cual se presentan ante un juez en el plazo de dos meses. Alrededor del 60 por ciento de esas audiencias tienen como resultado la obtención de la condición de refugiado en Canadá.
Manitoba no es la única provincia fronteriza que presencia un aumento en la cantidad de personas que cruzan ilegalmente a Canadá.
Según las cifras de la CBSA (por sus siglas en inglés), en 2016 se ha multiplicado por cinco el número de personas llegadas ilegalmente a Quebec desde los Estados Unidos, comparado con el año anterior. Más de 1200 pidieron la condición de refugiado en Canadá en 2016.
La CBSA ha enfrentado críticas por el uso de cárceles provinciales para retener a los detenidos de inmigración. En general, sólo aquellos que violan la ley, por ejemplo, portar drogas u otro contrabando por la frontera y que en consecuencia son puestos en prisión.
Si los funcionarios no pueden establecer una identidad, o el sujeto se considera una preocupación o un riesgo de fuga o de seguridad, entonces podría procederse a la detención del inmigrante.
Como parte del sistema de detención de inmigrantes, algunos están alojados en cárceles provinciales, aunque la CBSA está trabajando para reducir al mínimo el número de personas tratadas de esta manera.
Canadá ha sido criticado desde el interior y desde el exterior por establecer políticas que permiten la detención indefinida de inmigrantes.
La campaña para hacer más transparente a la CBSA se aceleró en mayo de 2016 cuando un hombre de 24 años murió en una cárcel provincial de Edmonton, convirtiéndose en el 15º en morir bajo custodia de la CBSA desde el año 2000.
Más de 100 abogados senior de Ontario firmaron una carta abierta a Yasir Naqvi, Manager de Seguridad Comunitaria y Servicios Correccionales de Ontario, expresando su preocupación debido a que los derechos humanos básicos de los detenidos están siendo violados.
En virtud de un acuerdo tomado en octubre de 2014, la CBSA puede trasladar a los detenidos, sin proporcionar ninguna explicación, desde los centros de detención de inmigración hacia las cárceles provinciales.
La transparencia también es clave, incluyendo el acceso abierto para las Naciones Unidas, la Cruz Roja Canadiense, los asesores legales y espirituales. Las quejas deben ser respondidas con rapidez y eficiencia.
Unos 250 viajeros atraviesan la frontera canadiense cada día. Un promedio de 400 de entre ellos son detenidos dado que no cumplen con los requisitos legales, no pueden ser identificados, o se consideran un riesgo para la seguridad.
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